jueves, 7 de agosto de 2008

mi aventura como docente

La aventura de ser maestro
Durante el último tramo de la elaboración de mi tesis profesional, se nos pidió que apoyáramos a los compañeros de semestres inferiores en el laboratorio de Microbiología, ahí descubrí la satisfacción de ser reconocido como una persona que tiene la cualidad de ayudar y explicar con facilidad.
Posteriormente tuve la oportunidad de trabajar como auxiliar de laboratorio en una escuela secundaria y descubrí el porque a los alumnos no les gustaba el estudio de las ciencias naturales, pues esta se impartía como recetas de cocina que se tenían que memorizar. Pensé, si fuera docente buscaría la forma de interesarlos más en el estudio.
Tiempo después tuve la oportunidad de ser docente de biología en otra escuela secundaria, el impartir la asignatura en los tres grados fue un reto para mí, pues eran poblaciones con características, carencias y necesidades distintas. Pregunté a los profesores con “más tablas” como debía comportarme, algunos de ellos me dijeron, asústalos con exámenes sorpresa, díctales mucho para que se cansen, que no te vean con miedo. Pero para disminuir mi angustia y facilitarme el trabajo utilicé la sugerencia de otros de ellos, elaboré mis apuntes, preparé las clases para utilizar cuestionario, diagramas, cuadros, etc.; busqué ser sincero con ellos y cordial, respetuoso, quizá por ello poco a poco fui teniendo confianza en mí y logré mejores resultados académicos y humanos.
Cuando empecé a dar clases en el bachillerato, esa angustia de mi inicio en la secundaria se repitió, pero logré superarla con mayor rapidez; se me presentó un nuevo reto, ¿cómo debo impartir la clase de Química para que los alumnos no abandonen el salón de clases? A partir de sugerencias de mis compañeros de trabajo, me di a la tarea de buscar situaciones relacionadas con el tema a tratar que fueran impactantes o interesantes para los alumnos, mejoré mi trato con ellos, busqué que el lenguaje técnico empleado solo fuera el necesario, no busqué impactarles con mi sapiencia, sino por la importancia en sus vidas de los conocimientos que revisaríamos en clase, aprendí a plantear reglas de trabajo adecuadas y acordes con la intención del curso, etc. Los resultados en cuanto a disminuir el ausentismo y la deserción, así como el aumento del rendimiento académico me animaron a continuar.
El ser docente me permitió participar en otros proyectos de la institución, los cuales me gratificaron y permitieron que cada vez me involucrara en más aspectos relacionados con la docencia, dándome a la vez más gratificaciones.
Con el paso de los años, el recibir saludos, reconocimientos, tratos diferenciados por parte de exalumnos, me motiva a continuar siendo docente, máxime ahora que con mayor frecuencia tengo como alumnos a hij@s de exalumn@s, los cuales con orgullo llegan a presentármelos y “recomendármelos”
Por todo lo anterior, continúo siendo un docente que busca ser competente.

DAVID NAHÓN VÁZQUEZ.

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